lunes, 31 de octubre de 2011
CHOLA CUENCANA
Chola cuencana es la mujer mestiza de la provincia del Azuay en el sur del Ecuador.
La chola cuencana es el arquetipo de la mujer mestiza de la región o símbolo vivo de la identidad mestiza, generalmente es la mujer campesina dedicada a labores agropecuarias. Su atuendo es un icono folclórico.
Durante las fiestas de conmemoración de la independencia, cada año, en Cuenca se realiza un certamen patrocinado por el municipio en que se elige la "Chola Cuencana" del año que presidirá la Fundación Chola Cuencana, entidad que impulsa varias obras sociales en las comunidades rurales.
Etimología
"Chola" es la denominación usual en Ecuador y Perú para las mujeres mestizas y "cuencana" es el gentilicio de los nacidos en Cuenca ciudad capital de la provincia del Azuay.
Indumentaria
El atuendo que se considera cumple los cánones de lo tradicional se compone de:
- Blusa: de algodón en color entero usualmente blanca y con adornos bordados, encajes y vuelos.
- Faldas: o polleras, una interna también llamada "centro", de lana en colores fuertes y con bordados en el borde inferior en forma de guirnaldas ; la otra, exterior, también llamada "bolsicon" de colores llamativos y con bordados en hilo, lentejuelas y canutillos.
- Manta: chale o manteleta de paño fino de Gualaceo, también llamada macana, adornada con diseños de ikat, es decir con diseños obtenidos del contraste entre las partes teñidas y no teñidas por anudamientos en la trama del tejido.
- Tocado: Sobre el cabello recogido en trenzas se usa un sombrero de paja toquilla también llamado sombrero jipijapa, tejido a mano, de copa alta, ala corta y cinto negro.
- Joyas: en las orejas usa grandes aretes de tipo candonga, elaborados en oro , perlas y piedras preciosas en proporción al prestigio social de la portadora.
- calzado: alpargatas o en los últimos tiempos, zapatos de charol.
martes, 25 de octubre de 2011
lunes, 17 de octubre de 2011
FLORA Y FAUNA DE CUENCA
Fauna
Desde que en 1973 fue establecida una reserva nacional de caza sobre su sector central, la población de corzos, jabalíes y muflones no ha hecho más que crecer espectacularmente desde entonces. Además, la serranía alberga asimismo a la cabra montés.
Abundan los buitres leonados y las rapaces; extrañas mariposas se reproducen en apartados enclaves serranos; existe la nutria... En la laguna del Tobar, o de Uña, hay buenas concentraciones de fochas, ánades y otras aves acuáticas. La elevada variedad de ambientes de montaña que alberga la zona favorece el desarrollo de una alta biodiversidad faunística. Sin embargo, la continentalidad de su clima, así como el rango de altitudes presente en el área de estudio (generalmente por encima de los 1.000 m.), condicionan la comunidad de vertebrados presente, que carece de taxones termófilos, más propios de zonas mediterráneas templadas o áreas costeras. En su conjunto, la zona es particularmente importante para la conservación de la comunidad de aves que nidifican en escarpes, la comunidad de aves y mamíferos de pinares submediterráneos y para la comunidad de peces y aves de ríos de montaña. Se ha reconocido también un apreciable valor de conservación para la fauna troglodita (al menos para quirópteros cavernícolas) y para algunos grupos de invertebrados como pueden ser los lepidópteros, requiriéndose de más investigación para el resto.
Vegetación
Es de destacar en el territorio la gran continuidad y extensión que presentan las masas forestales, y particularmente los pinares que dominan el paisaje vegetal, situación compartida con el adyacente Parque Natural del Alto Tajo, conformando entre ambos territorios una de las masas forestales naturales más extensas de España. La diversidad florística de este territorio se ve muy ampliada por la presencia entre las parameras y las muelas de numerosas hoces excavadas por los ríos, cuyas particularidades edafo-fisiográfico-microclimáticas las han convertido en un importante refugio de flora eurosiberiana, con notables disyunciones pirenaicas, así como la flora rupícola y ribereña.
ARQUITECTURA DE CUENCA
Diseños contemporáneos y característicos, surgidos de la creatividad de profesionales jóvenes, como Irma Quinde, gerente de proyectos de Constru Gypsum, o de aquellos cuyo prestigio y experiencia son reconocidos a nivel local y nacional, como Honorato Carvallo, se confunden en el espacio de Cuenca, cuya belleza, paisaje, cultura, arquitectura y otros elementos la hacen única en el ámbito nacional.
La teja, el ladrillo, la madera y el barro, son elementos que identifican a la ciudad y son parte de la arquitectura tradicional, que se complementa y se diferencia a la vez, se confunde y se mezcla, con las nuevas tendencias de la construcción, que muestran espectaculares diseños elaborados con paneles metálicos, paredes recubiertas de “gypsum”, techos y volados en hierro y acero, tejas metálicas y otros materiales contemporáneos que la industria mundial ofrece.
FIESTAS TRADICIONALES DE CUENCA
Las fiestas tradicionales de la ciudad de Cuenca son espacios rituales, que se celebran en determinadas épocas del año estas son: carnaval, semana santa, el centenario, la navidad con el Niño Viajero, las fiestas de fin de año y la de los santos inocente.
IMAGENES DE LA GASTRONOMIA CUENCANA
dulce de durazno
corpus christi
caldo de pata
hornado
cuy con papas
carnes asadas
mote casado
y mucho mas....
GASTRONOMIA CUENCANA
La cocina de la provincia de Cuenca nos trae a la mente la típica gastronomía castellana; platos elaborados por pastores, por arrieros, por cazadores, hombres que hacen frente a través de la energía proporcionada por la comida a un clima duro, donde se pasa del calor al frío casi sin hacer escalas y en una región que brinda muchos productos para que sean utilizados.
La calidad de las materias primas y el respeto a las tradiciones, son dos características esenciales de esta provincia. La carne de caza, encabezada por la perdiz, se encuentra presente en multitud de platos, como el morteruelo, aunque se puede emplear carne de gallina en su lugar. Otras carnes, como el cordero también encuentran su lugar en tierras conquenses. Recetas como los zarajos, o las chuletas de lechal al rescoldo de la sierra, son muy interesantes, sabrosas, e ideales para degustar todo el sabor de esta carne. Platos tradicionales como el Ajoarriero, elaborado con bacalao y ajos (excelentes los de Las Pedroñeras). Los originales gazpachos galianos que emplean pan ácimo, los morteruelos, variadas carnes de caza, las migas (migas duras), las calderetas, complementan esta cocina basada en la carne y añaden sabores diferentes, pero igual de populares.
Cocina cuaresmal
El protagonismo de la carne, desaparece de los fogones conquenses con la llegada de las fiestas de Semana Santa. Los potajes, las garbanzadas con bacalao y espinacas, las judías blancas o las patatas al Ajovirón, asumen el estrellato, dando un giro a la gastronomía tradicional. Las verduras, cocidas en agua y sal, dan un toque de sencillez en el que, sin embargo sorprenden los sabores naturales. Las truchas, de ríos y arroyos conquenses, frescas y sabrosas, también adquieren protagonismo en las mesas con la llegada de esta época.
Hongos en la cocina
En la cocina conquense siempre se han utilizado hongos, debido a la gran superficie forestal que esta provincia tiene. En localidades como Almodóvar del Pinar o Monteagudo de las Salinas se utiliza mucho el níscalo en la época de otoño. A partir de los años 70 en Villanueva de la Jara se comenzaron a cultivar el champiñón (Agaricus Bisporus) y la seta de ostra (Pleorotus Ostreatus). Con éstos productos se hacen revueltos caseros de setas, champiñón al ajillo, pollo con setas, setas rebozadas, y un largo etcétera.
Dulces variados
La oferta dulcera de la provincia de Cuenca es amplia y muy variada. Destaca el alajú, un dulce elaborado con miel, almendras y miga de pan, aunque también hay veriones que sustituyen la almendra por nueces o higos, aunque el alajú original se elabora con almendras. También son dignas de mención las torrijas empapadas en leche (sobre todo en las citadas fiestas de Semana Santa), las rosquillas de anís, las torrijas (en Semana Santa también), los bizcochos de canela, las obleas, el pan de pasas o las rosquillas fritas, sin olvidar las tortas de las candelas (finísimas tortas crujientes bañadas en miel y típicas de Ribatajada y sus alrededores). Otros postres típicos conquenses son las Papartas (también llamadas Japaipas en la localidad de Uclés y Hojuelas en Tinajas), unas tortas hechas con agua, aceite y harina, un masa similar a la de los churros, a las cuales se les echa azúcar una vez fritas. Son típicas de la Semana Santa.
INDEPENDENCIA DE CUENCA
Desde el año 1795 hubo en Cuenca la expresión pública por conseguir la libertad, en diferentes lugares de la ciudad, el día 25 de marzo de este año, circularon unos manuscritos que contenían ideas de libertad como una reafirmación de la conciencia cívica y amor a su tierra. Los patriotas cuencanos revelaros su sentimiento de amor a la independencia en estos letreros que contenían lo siguiente: "A morir o vivir sin el Rey prevengamos, valeroso vecindario. Libertad queremos, y no tantos pechos y opresiones". Conocían muy bien los cuencanos quienes eran los autores de esta invitación a través de los letreros, pero guardaban absoluta reserva por las amenazas de los funcionarios españoles, muy leales a su Rey, y estas autoridades reales temblaron como la encina al soplo del huracán; levantaron juicios criminales contra las autoridades y cómplices de las leyendas fijadas en las paredes de los edificios de la ciudad.
Exactamente no se sabe el paradero de los juicios, pero se puede asegurar de los participantes en la fijación de dichas leyendas fueron: Paulino Ordóñez, Fernando Salazar y Piedra, Joaquín Tobar.
Estas leyendas las tomaron los cuencanos, como su primer Himno Patrio coreado por sus pechos enardecidos de civismo y ansia de libertad, para romper las cadenas del León Ibérico que dominaba en la Real Audiencia de Quito. Con este fin se hicieron dos tentativas, pero fracasaron los patriotas en su empeño y resolvieron dar un golpe decisivo en la consecución de la libertad para su pueblo.
3 de noviembre de 1820
El Dr. José María Vásquez de Noboa mandó a publicar el TRES DE NOVIEMBRE DE 1820 unas Reales Ordenes Españolas por bando solemne, acompañado de la escolta militar; mientras se leía dicho mando en una esquina de la ciudad, nueve patriotas del complot se echaron sobre la escolta y la desarmaron a la fuerza.
Valientes y patriotas
Los nueve valientes estaban capitaneados por el prócer Tomás Ordóñez, verdadero héroe de la jornada. Cuando se hallaba trabado en una lucha con un soldado le atravesó la pierna de un golpe de bayoneta. Los patriotas se reunieron en la Plaza de San Sebastián. Allí con un numeroso grupo de ciudadanos cuencanos proclamaron la libertad e Independencia de Cuenca. El regocijo popular fue indescriptible. Ordóñez a pesar de encontrarse herido, recorría las calles, animando y entusiasmando las multitudes; don Juan María Ormaza fue el orador principal, manifestó con elocuencia los sacrificios que todos deben hacer por la libertad e Independencia de la Patria. Cumpliendo así el juramento que hicieron estos valerosos hombres para vengar la sangre que se derramó despiadadamente en la masacre del 2 de Agosto de 1810; horrible hecatombe que consternó a toda América; pero lo cual sirvió de savia fecunda para conseguir la Libertad el 9 de Octubre de 1820 en Guayaquil y el 3 de Noviembre de 1820 en Cuenca.
Libertad
Y así se forjó la Libertad e Independencia de Cuenca, los precursores de ella, también pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad. Cuenca, ha contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria. Cuenca, la Atenas del Ecuador, en conjunción de ideales ha sido transformada en una floreciente ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, llena de un futuro promisorio. Cuenca y sus cantones tienen un panorama de inefable belleza; el hermoso paisaje azuayo se presta para el turismo. La chola cuencana, nace del folclor ecuatoriano un capítulo de singular importancia. Las riveras del Tomebamba son encantos de poesía, con las piedras que hablan y el río que canta. En fin, la urbe con sus bellos edificios como la Catedral y otros de arte colonial, hablan de Cuenca del Ecuador por su pujanza.
Exactamente no se sabe el paradero de los juicios, pero se puede asegurar de los participantes en la fijación de dichas leyendas fueron: Paulino Ordóñez, Fernando Salazar y Piedra, Joaquín Tobar.
Estas leyendas las tomaron los cuencanos, como su primer Himno Patrio coreado por sus pechos enardecidos de civismo y ansia de libertad, para romper las cadenas del León Ibérico que dominaba en la Real Audiencia de Quito. Con este fin se hicieron dos tentativas, pero fracasaron los patriotas en su empeño y resolvieron dar un golpe decisivo en la consecución de la libertad para su pueblo.
3 de noviembre de 1820
El Dr. José María Vásquez de Noboa mandó a publicar el TRES DE NOVIEMBRE DE 1820 unas Reales Ordenes Españolas por bando solemne, acompañado de la escolta militar; mientras se leía dicho mando en una esquina de la ciudad, nueve patriotas del complot se echaron sobre la escolta y la desarmaron a la fuerza.
Valientes y patriotas
Los nueve valientes estaban capitaneados por el prócer Tomás Ordóñez, verdadero héroe de la jornada. Cuando se hallaba trabado en una lucha con un soldado le atravesó la pierna de un golpe de bayoneta. Los patriotas se reunieron en la Plaza de San Sebastián. Allí con un numeroso grupo de ciudadanos cuencanos proclamaron la libertad e Independencia de Cuenca. El regocijo popular fue indescriptible. Ordóñez a pesar de encontrarse herido, recorría las calles, animando y entusiasmando las multitudes; don Juan María Ormaza fue el orador principal, manifestó con elocuencia los sacrificios que todos deben hacer por la libertad e Independencia de la Patria. Cumpliendo así el juramento que hicieron estos valerosos hombres para vengar la sangre que se derramó despiadadamente en la masacre del 2 de Agosto de 1810; horrible hecatombe que consternó a toda América; pero lo cual sirvió de savia fecunda para conseguir la Libertad el 9 de Octubre de 1820 en Guayaquil y el 3 de Noviembre de 1820 en Cuenca.
Libertad
Y así se forjó la Libertad e Independencia de Cuenca, los precursores de ella, también pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad. Cuenca, ha contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria. Cuenca, la Atenas del Ecuador, en conjunción de ideales ha sido transformada en una floreciente ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, llena de un futuro promisorio. Cuenca y sus cantones tienen un panorama de inefable belleza; el hermoso paisaje azuayo se presta para el turismo. La chola cuencana, nace del folclor ecuatoriano un capítulo de singular importancia. Las riveras del Tomebamba son encantos de poesía, con las piedras que hablan y el río que canta. En fin, la urbe con sus bellos edificios como la Catedral y otros de arte colonial, hablan de Cuenca del Ecuador por su pujanza.
FUNDACION DE CUENCA
La Fundación de la Ciudad de Cuenca es el 12 de Abril de 1557.
Cuenca, la capital de la provincia del Azuay, se levanta a 2.530 m.s.n.m., y es reconocida como la "Atenas del Ecuador", la ciudad cultural del país.
Cuenca es primavera perpetua (14°- 18°C); construida en lo alto de un hermoso valle, su bello paisaje urbanístico mantiene armonía con el entorno geográfico. Cuatro ríos la bañan: Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara. Su centro histórico es el más grande y el mejor conservado del país (aprox. 200ha); guarda encantadoramente las claves del pasado, allí se mezclan la gente, las flores, las artesanías: tejidos, bordados, cerámica, orfebrería, platería, sombreros de paja toquilla y, por supuesto, el garbo y la sonrisa de las Cholas Cuencanas.
Cuenca es primavera perpetua (14°- 18°C); construida en lo alto de un hermoso valle, su bello paisaje urbanístico mantiene armonía con el entorno geográfico. Cuatro ríos la bañan: Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara. Su centro histórico es el más grande y el mejor conservado del país (aprox. 200ha); guarda encantadoramente las claves del pasado, allí se mezclan la gente, las flores, las artesanías: tejidos, bordados, cerámica, orfebrería, platería, sombreros de paja toquilla y, por supuesto, el garbo y la sonrisa de las Cholas Cuencanas.
Como testigos de su gran fe están sus antiguos monasterios y templos. Cuenca aún conserva el concepto renacentista de ciudad trazada a cordel o en damero y aprovecha ordenadamente sus tres terrazas fluviales.
El 1 de diciembre de 1999, en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, Cuenca fue designada como Patrimonio Cultural de la Humanidad e inscrita en la lista de Bienes Patrimoniales de la Humanidad, el 4 de diciembre del mismo año.
Es también moderna y atractiva, goza de todos los conforts de la actualidad; efectivamente, en un simposium sobre ciudades sustentables realizado en Chile, Cuenca fue declarada la favorita para vivir. La ciudad cuenta con tecnología de punta en informática y electrónica, buen sistema financiero y bancario, cyber cafés, bares agradables, excelente infraestructura hotelera y buenos restaurantes que ofrecen comidas típicas y cocina internacional.
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